lunes, 10 de diciembre de 2012

El espejo del alma...

Seamos sinceros...en una cantidad grande de ocasiones sonreímos y eso, ¿a qué se debe? Quizás sea porque la ocasión lo merece, porque te han contado un chiste, porque alguien te alegró el día o simplemente porque te apetece sonreír. Sí amigos... a veces, por no decir la mayoría de las veces, sonreímos sin un motivo aparente o con sentido. ¿Nunca os ha sucedido eso de salir a la calle y que por el hecho de que haya salido el sol sonrías? y no porque el sol sea un motivo de felicidad más destacado que el hecho de que el día está nublado...porque yo he llegado a sonreír incluso más por el hecho de que llueva en verano, por ejemplo...
Pero lo que a mí me inquieta es por qué tenemos la necesidad o el impulso de sonreír. ¿Es un signo de felicidad? Supongo... pero en ocasiones también lo hacemos como un reflejo de nuestra tristeza. Lo que quiero decir con esto es que no es necesario nada, ni una situación ni un chiste para sonreír...es más, las mejores sonrisas para mi son aquellas que nadie me ve, aquellas que salen y no sabes por qué. Sí, esas con las mejores, esas sonrisas que no sabes su por qué, pero que son las que más aprovechas.
¿Es necesario sonreír? Sí. Y no acepto un "no" a esa respuesta; ni siquiera aceptaría un por qué es necesario. La sonrisa es el espejo del alma, opino. Y a nivel personal, para mí, es el símbolo más internacional y característico de alguien. Y ya saben lo que no que opinan los más expertos, "sonreír alarga la vida", así que, sonriamos, y que cada sonrisa sea mejor que la anterior.

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