lunes, 4 de julio de 2011

Bienvenidos al mundo de los errores.

-¡Bienvenidos al mundo de los errores!- gritaba a todo pulmón aquel hombre de apariencia formal en la gran puerta de bronce.
Todo el mundo quería cruzarla, estaban deseosos de hacerlo. Cientos de personas se agrupaban ante ella, todos ellos habían sido "preelegidos" de forma aleatoria; siempre funcionaba así, la gente buscaba conocer lo que llamaban "una vida paralela", fuera de el lujo de vivir entre nubes, plagados de placeres, a toda comodidad en aquella enorme pero acojedora isla llamada cielo donde no conocían la vejez, vamos lo que venía a ser una vida fantástica donde desconocían lo que era trabajar pero, que sin embargo, se había convertido en una rutina aburrida. Ellos lo que buscaban era algo diferente, un lugar donde no existiera la perfección, querían conocer lo que era sufrir.

Ese mismo hombre de la puerta de bronce era el que se dedicaba durante meses en recolectar gente para que cruzara la puerta y viajaran al mundo que el llamaba: el mundo de los errores. Se había dedicad a ello muchos años, pero cada vez se le hacía más fácil convencer a gente, pues cada vez más gente deseaba salir de aquel mundo que ya venía a ser aburrido para vivir una nueva experiencia.
Las condiciones eran sencillas, una vez que cruzabas esa puerta no recordarías tu vida anterior, ante el nuevo mundo serías un churumbel (como en algunos paises de ese mundo llamaban) al que le tendrían que hacer todo. Irías creciendo y eso supondría labrarte un futuro, lo que te llevaría a trabajar. Envejecerías y tras morir si habías sido bueno volverías a ese mismo mundo, aquel mundo perfecto repleto de nubes. ¿Qué podías perder?, total...si en un caso remoto no te gustaba aquel mundo, tarde o temprano volverías a ese mundo, asi que no correrías mucho riesgo, además sonaba tan bien la palabra trabajar, el poder ser útil sin ser perfecto...

Yo también estuve ansiosa de cruzar esa puerta, y la llegué a cruzar... Aunque te aseguran que una vez allí no recordarás nada de este lugar se equivocan. En realidad, muchos de allí conocen este lugar, o por lo menos se lo imaginan...siempre hay alguien que dice "seguro que existe un mundo mejor" otros hablan de un "cielo".
Antes de ir allí me peguntaba porque lo llamarían así, que significaba la palabra error, pero ahora ya lo entiendo. Como su nombre indica, ese mundo está lleno de errores, uno mismo los comete diariamente. Hay errores de los que llegas a alegrarte pero otros que hacen mucho daño. La verdad es que esos 79 años que viví allí no fueron del todo malos, aunque recuerdo el sentimiento del sufrimiento, el llorar desconsolada, el cansancio... pero también recuerdo el sentimiento de amor, el reír y el sentirte bien con uno mismo.

 Hecho demenos algo en especial de ese mundo, eso a lo que llamaban "sueños", como explicar lo que eran...eran como ver películas mientras dormias, podías soñar con cosas imposibles, bonitas, fantásticas...donde tú eras el protagonista. De vez en cuando tenía "pesadillas", eran como los sueños pero no eran tan agradables; yo cuando los tenía bastaba con pellizcarme para despertarme y acabar con ese "mal sueño".

Recuerdo que mi vida allí fue diferente, viví y sentí cosas que nunca antes había sentido. Es una vida difícil y puedes ser feliz o muy desdichada, y aunque dudo que vuelva a ese mundo, no me arrepiento de haber ido. Aprendí muchas cosas en verdad. Pero allí aprendes a valorar, a esforzarte a querer y dejarte querer... aprendes a vivir y a todo lo que ello conlleva, no como en este mundo. Mientras estás allí solo piensas en después de la muerte, y muchos tienen eso que llaman "fe" que les hace creer en este mundo perfecto, pero lo que no saben es que este mundo mola solo durante un tiempo, pues el problema no es el no poder recordar este mundo perfecto cuando estás en el mundo de los errores... el problema es recordar el mundo de los errores una vez que estás aquí. Recuerdo a mi familia y a la gente que tanto quería, pero sin embargo, no puedo sentir alegría por ellos ni tristeza, ni reir ni llorar... porque aquí esos sentimientos no existen.  Vale la pena vivir allí solo por eso, por la cantidad de sentimientos buenos que puedes sentir, a pesar de que también existen sentimientos no tan gratos.

Por ello considero que no se debería llamar : el mundo de los errores, sino "El mundo de los sentimientos".

Y creerme no deben sobrevalorar este mundo, esto parecido a lo que ellos llaman "cielo" tan solo es un mundo sin color, un mundo sin sentimientos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario